sábado, 2 de abril de 2011

Mantis Férricas



A veces. Sobre todo si uno es propietario de parte de su tiempo. Da a su mente un respiro en la condena de "quehaceres"
y decide dar un simple paseo con su compañero temporal de vida, sin rumbo fijo, a la deriva.

La paz aparece poco a poco, mas aun sabiendo que esa extensión humana que hemos dado en llamar "perro", nunca estará muy lejos de ti. El pobre no sabe hacer eso.

En ese momento, uno mira su entorno con ojos que ven y el decorado que nos ha tocado vivir cambia de colores, de formas, y se antoja distinto a cada hora.

Mirando a lo lejos, Mantis férricas hilvanan una lona gris a una alfombra verde salpicada de cubos de hormigón, como tirados al azar, que aportan a la lejanía, artificiales y humanos colores.

Mezcla inarmónica de cantos de pájaros, motores, voces y el ladrido distante de otro acompañante de personas, construyen una banda sonora que te recoge a lo largo del sonido de tus pisadas.

Y cuando uno baja la vista; un suelo duro de minerales preñados de metal hace de trecho, y lecho.

Y entonces, mentalmente, uno vaga a los sueños de otros, teñidos de oxido que miles de personas que tejieron, justo en ese lugar por el que ahora tu caminas, un lecho duro para su descanso. Ellos si que hicieron un largo trecho.

Y uno recuerda mientras tanto a los que olvidó.

*******

No se si todos vemos las cosas de igual forma, pero así siento lo que me rodea.

PD. Ejercicio tonto descriptivo de alguien a quien su cerebro no da un minuto de descanso. Característica de los tipos atípicos como el que escribe esto.

© No me importa que copies mis palabras; la mala leche o el cariño con las que nacen me pertenece solo a mi. 2011