viernes, 29 de octubre de 2010

La vida es solo el humo de un tren que ya partió

Hola querida Ariadna:

He oído decir que el mundo lo creó Dios en unos pocos de días, así comprendo porque le salimos tan mal. Las cosas bien hechas requieren tiempo. Y como en la sociedad actual solo se debió fijar en lo de fuera, el mecanismo, y hasta el traje no esta mal. Pero, ¿que hizo con nuestros sentimientos?.

A veces se quedan inconclusos, otras veces son confusos. Y aquí nadie viene a echarte una mano.

De pequeños nos enseñan a amar a una persona, dos como mucho "...¿a quien quieres mas a mamá o a papá?". Después, para confundirnos mas aún, llegan los hermanitos, y te dicen que también hay que quererlos, como si no tuvieses ya bastante con la disyuntiva de tus progenitores...

Pero aquí uno decidió, en algún punto de la infancia, querer a quien le saliese en gana. Y ahí me tienes, amando pájaros, flores, bosques y, hasta piedras. Sin ton ni son.

Claro, se madura, y entonces ves que no se porque extraña ley, tienes que querer a una persona, (sin olvidar lo amores de la infancia, por supuesto). Y le llamas "novio" o "novia" y te hacen suponer que es para toda la vida, pero bueno, ya que lo tienes, pues te lo crees.

Adornas a l novio/a con muchas cosas lindas, un matrimonio, unos hijos, una rutina de vida. Y un día te das cuenta, de que aun te sobra amor. Amor para dar y por recibir.

¿Que hacemos con ese amor que nos sobra? ...a algunos, otros son bastante "tacaños" a este respecto. Pues ya que la sociedad nos brinda medios de comunicación lo vamos regalando por ahí. Claro dar es fácil. Ahora empezamos a recibirlo, ¿donde lo metemos?.

Ariadna, uno a veces echa en falta algún mágico arcón donde meter las cosas como estas. Porque también cogen polvo, y se estropean con el paso del tiempo.

A veces incluso, recibes amor de personas que alguna vez se lo diste, pero que pensabas que ya te habían olvidado. O recuperas amores perdidos tontamente, o lo que creías simple amistad tenia bien escondidito en su interior algo de cariño, o de amor que no llegó a nacer.

Si vas dando amor, si vas llenando vidas, si vas plantando ilusiones te arriesgas a tener un jardín totalmente descontrolado y enmarañado. Mas un arcón que no cierra, mas un corazón alocado. Como ves no es nada fácil el asunto.

Y al final, en una estación desierta. Solo y con una maleta vacía (por que el revisor no deja llenarla), termina un viaje para empezar otro del que aun no han hecho guías fiables. Y cuando parte ese tren, asomado a la ventanilla, por si alguien fue a despedirte... piensas: ¿que hago yo con el amor que aun me queda dentro y que no me ha dado tiempo a gastar?.

© No me importa que copies mis palabras; la mala leche o el cariño con las que nacen me pertenece solo a mi. 2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario