Era inevitablemente imposible

Conozco a quien es capaz de detener el tiempo,

conozco a quien puede apresar una mirada,

conozco a quien controla mis manos y mi sudor,

conozco a quien moldea mis miedos y sueños,,

Y la conocí sin querer,

solo por que era inevitablemente imposible.

Cuando crees que todo lo que esta alrededor esta sentado, tranquilo,

cuando crees que tus ojos ya se han vuelto sumisos, callados,

cuando crees que has domesticado tus músculos y tu saliva;

conoces a alguien que derriba muros y provoca vendavales.

Y la conocí sin querer,

solo por que era inevitablemente imposible.

Que difícil puede llegar a ser olvidar una mirada, y con que facilidad recordamos a alguien,

que difícil es no dejar de soñar con su recuerdo, y que fácil es hacer que el suelo flote,

que difícil es quitar un roce de piel de las yemas de los dedos, y que fácil es estar confundido,

que difícil es salir de alguien que entra dentro de ti por alguna puerta que no crees tener.

Y la conocí sin querer,

solo por que era inevitablemente imposible.

Alguien nos aviso de que el tiempo es relativo,

¿pero por que ningún científico estudio su detención total?.

Por mas que doy cuerda a mi vetusto reloj no consigo que arranque,

ni siquiera mis miedos y dudas son capaces de engrasar su maquinaria inmóvil.

Y la conocí sin querer,

solo por que era inevitablemente imposible.

He tenido que abrir una habitación de invitados en mis sentimientos confusos,

ya que ella ahora vive conmigo.

He tenido que cambiar todos los muebles de sitio en mi casa del tacto,

solo para que ella este cómoda.

He tenido que quitar el polvo de emociones perdidas por que ella lo ha cambiado todo,

y no se si sabe que lo ha hecho.

Debería estar prohibido conocer personas que hagan girar todo lo que te rodea,

debería ser delito que te roben la mirada, y sin embargo hay estaba,

y la conocí sin querer,

solo por que era inevitablemente imposible sentirse feliz sin pedir permiso.

Dedicado a una mascota que me debe un favor.

© No me importa que copies mis palabras, la mala leche o el amor con las que nacen, me pertenece sólo a mi. 2011